Vaya que es difícil vivir en este mundo filosófico, en el que hasta donde sabemos o creemos saber, nuestro fin último es la felicidad y sin embargo, si algún día un hombre encontrara aquella eterna felicidad tan anhelada entonces paradójicamente tendría que aceptar que ha llegado al final de su existencia; que para él no hay mas en esta vida mundana.
Supongo que desde un punto de vista filosófico debería yo de apreciar mis momentos de infelicidad, porque son ellos la única prueba de que mi camino aun no termina. Aunque creo que prefiero pensar que la felicidad no tiene límites sino circunstancias y esas siempre cambian.
Y pensar que en este momento una caguama me haría feliz..
No hay comentarios.:
Publicar un comentario