Tres dias lloviendo, asomo la mirada por la ventana, el cielo se cae, el parque desierto, la coladera de la esquina llena hasta el tope, una nube que hace guardia afuera de mi casa alcanza ver mis ojos por entre las persianas, levantando las cejas, volteando hacia arriba como si ver la lluvia caer no fuera suficiente para convencerme de que sigue nublado...podria jurar que vi su sonrisa burlona, de nube cagasona que ensucia tu carro despues de lavarlo.
¡No estoy llorando pendeja!, son las gotas de la ventana que se reflejan en mi cara. Pero de todas maneras si me aguito, porque a veces se me olvida que el cielo sigue siendo azul.
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